Artesania


Dentro de la provincia de Jaén, es la comarca de la Loma la zona que cuenta con más tradición artesana, tanto respecto a la cantidad de talleres existentes, como a la variedad de productos que se elaboran. 
Su situación fronteriza y su permeabilidad cultural han generado una rica artesanía en la que a menudo se combinan influencias de época árabe, mudéjar y renacentista. La mayor parte de los talleres son de carácter familiar y la comercialización se realiza en éstos, de forma directa, y en algunos establecimientos concentrados fundamentalmente en Úbeda y Baeza.
Sin duda alguna, es la alfarería la industria artesana más notable en Úbeda, núcleo poblacional de la provincia de mayor producción cerámica y alfarera de Jaén. Así, este aspecto se configura como una de las señas de identidad de su cultura, siguiendo técnicas tradicionales, heredadas de la época mudéjar. 

Las piezas que se elaboran son muy variadas, destacando la producción vidriada en colores verdes o marrón, decorada a base de calados, incisiones y "bordados" o filigranas realizadas con barro blanco. 
 Una de las piezas más representativas, acorde con la cultura agrícola de la ciudad, es la alcuza o aceitera, a la que se suman lebrillos, platos, jarras, botijas..., así como las nuevas creaciones, incorporadas por algunos artesanos.

Proceso de elaboracion.  


El proceso que sigue la confección de las piezas comienza con la mezcla del barro con agua en las pilas durante el período estival, donde va  eliminando las piedras e impurezas, para  poder convertirse en una masa lista para ser amasada.  Debidamente modeladas en el torno, y habiendo sido oreadas, se aplica a las piezas el "baño" que les dará color: mezcla de óxido de cobre y tierra blanca del Viso del Marqués -Ciudad Real-, para el característico color verde, limonja o arcilla roja para el color pardo y marrón y tierra del Viso para el color blanco.

La decoracion se realiza una vez que las piezas han sido bañadas y antes de que reciban el vidriado.
El brillo final de su superficie responde a un "vidriado" con galena al que se someten posteriormente.   

Finalmente estarán preparadas para la cocción en los hornos de leña hispanomoriscos, tras la cual culminará un laborioso proceso que dota a cada pieza de  un acabado particular y exclusivo. 

Hasta hace bien poco todas las piezas respondían a usos cotidianos, habiendo sido fabricadas para su uso doméstico: en la cocina, en la mesa, para el trabajo en el campo... Destacaban en este ámbito, por la tradición de la zona en que se enclava la ciudad, las relacionadas con el aceite: alcuzas o aceiteras, queseras, y orzas y alcollas para la conserva de alimentos.  En la actualidad los artesanos han incorporado también, cada uno con su propio sello personal, nuevas formas y motivos decorativos, destinados a una producción más comercial.

Ya desde tiempos remotos se trabajaba en Úbeda el noble Arte de la Forja, pero es indudablemente en el período renacentista de la ciudad cuando adquiere realmente tintes de

 Arte.
En Ubeda sigue la tradición de los antiguos rejeros, mantiene el Oficio de manera tradicional, con técnicas centenarias en fragua de carbón. 
Hoy se realizan en forja productos de mobiliario doméstico y urbano -farolas y bancos-, así como barandas para balcones y ventanas, cerrajería artística y objetos decorativos. 
   
 Elaboración de vidrieras mediante la técnica tradicional de coloreado de vidrio con esmaltes y unión de las distintas piezas con perfiles de plano. 
Faroles de chapa de hojalata o latón y cristal transparente.



Esta producción se remonta en Úbeda al s. XI, cuando durante época musulmana se popularizaron las alfombras "ubedíes". Hoy se confeccionan alfombras, tapices y esteras, así como cestería para uso doméstico, tradicionalmente vinculada a la labor agrícola, tales como canastos, capachos, aguaderas, espuertas, barjas para llevar la comida al campo y soplillos.


 
La actividad principal en este ámbito no es otra que la ebanistería, predominando la producción del mueble clásico español de influencia renacentista y el mueble tradicional popular, representado por alacenas o mesas tocineras. Las maderas más utilizadas son las de pino y nogal, e incluso empieza a usarse la madera de olivo para la elaboración de mobiliario, pavimentos y pequeños objetos de uso doméstico, como ensaladeras y accesorios. En Úbeda también es posible encontrar artesanos que trabajan artesanalmente según las técnicas tradicionales de la imaginería andaluza aplicadas a la nueva creación y la restauración. 

Históricamente, La cantería cuenta con una enorme tradición en la ciudad de Úbeda, que ha resurgido en los últimos años, de la mano de las iniciativas relacionadas con la restauración y rehabilitación de edificios históricos.
 Existen varios talleres en los que se tallan, en los dos tipos, arenisca local, piedra de sillería y todo tipo de piezas para decoración, como fuentes o chimeneas.


Se continúan elaborando algunos trabajos de guarcionionería tradicional relacionados con la caza-morrales y fundas para escopeta- asó como nuevos diseños de bolsos y carteras. Además de estos oficios tradicionales por excelencia.